Sean nuestras primeras palabras para expresar nuestro más profundo pésame por la trágica pérdida de vidas humanas provocada por este atentado terrorista perpetrado en Oslo cuya matriz es el odio a la izquierda y a nuestras sociedades europeas multiculturales. Enviamos públicamente nuestras condolencias a las víctimas y familiares, al Partido Laborista y a la ciudadanía noruega.
Somos conscientes de que no estamos ante un loco, al contrario, la mano ejecutora de semejante atrocidad tiene por enseña la intolerancia más extrema y criminal de este desmemoriado continente europeo que gaseaba y exterminaba a opositores políticos junto a judíos, homosexuales y otros colectivos victimas del odio.
Este sujeto, aspirante a genocida, era parte de ese movimiento de nueva ultraderecha que hace de la islamofobia y el rechazo a la izquierda sus banderas, un neofascismo que está empeñado en destruir la democracia, la igualdad, la tolerancia y la convivencia intercultural, liquidando toda conquista en materia de derechos humanos.
Este fanático terrorista que ha realizado una masacre brutal sin precedentes en ese país, pese a actuar de forma calculada y solitaria, participa en redes nazis y fascistas, de odio y violencia, como afirma en sus escritos desde donde se alienta un proyecto tenebroso para Europa que contempla como perspectiva impulsar una guerra racial y religiosa. Y NO LO VAMOS A CONSENTIR.
Europa no puede mirar a otro lado ante el aumento de la intolerancia. Debe finalizar la banalización que los gobiernos e instituciones europeas realizan frente al crecimiento de los discursos xenófobos y el crecimiento de la ultraderecha. Deben revisar su actuación frente a los crímenes de odio que amenazan con destrozar la convivencia. Deben reforzarse los códigos penales, mejorar la inteligencia sobre grupos y personas que promueven el odio y luchar democráticamente en todos los frentes contra el fanatismo cuya capacidad de hacer daño ha quedado demostrada en Oslo.
Nosotras, personas y entidades comprometidas solidariamente con los derechos humanos, queremos en este acto alzar nuestra voz por las víctimas de Oslo y con ellas, el recuerdo de todas las víctimas en España del nazismo, de la xenofobia, del racismo, de la islamofobia, del fascismo, de la fobia a la diversidad sexual, étnica, de color de piel y de toda forma de intolerancia criminal para decir como una sola voz: ¡Nunca Más!
Compañeros, compañeras, descansad en paz, la lucha contra el odio continua.